sábado, 22 de enero de 2011

Nº 11: LA RUTA 40.



Ya he llegado a Bariloche, me está encantando la ciudad, es realmente bonita.
Pero hoy quería hablar de la”Ruta 40” ya hablaré en la siguiente entrada de Bariloche. La "Ruta 40" es la carretera que une El Calafate con la zona de Bariloche y que a diferencia de la Ruta 3 (que va por la costa y fue por la que bajé desde Buenos aires y a la que llegué a su fin en el kilómetro mil y pico en el parque nacional de Tierra de fuego) la Ruta 40 va por el interior al este de los Andes, su “asfalto” de vez en cuando desaparece por arte de magia y te ves viajando en un camino de cabras a 20 por hora, atraviesas zonas desérticas y esteparias constantemente, pero de vez en cuando te sorprenden los andes al fondo.
Son largas e interminables rectas, que te dejan disfrutar del paisaje. Puedes divisar enormes lagos y a veces ves al final, con un poco de suerte, puedes ver el inmenso glaciar que desemboca en él… es increíble.



Parece que estuvieras en el desierto, o en el Gran Cañón y de repente aparece un enorme glaciar al fondo… no me cansaré de repetir que para nada me imaginaba que la Patagonia fuera así, para nada. Y en general Argentina es enorme, gigantesca…
La ruta 40 es una ruta poco concurrida, no nos hemos cruzado prácticamente con ningún coche en las 28 horas que ha durado el viaje, la agencia Marga y la Tagsa son las únicas que realizan esta ruta y la anuncian a bombo y platillo en plan, vente con nosotros a la ruta 40 que será una experiencia única, disfruta del paisaje aunque el culo se te quede cuadrado… pasa de la convencional “Ruta 3”…



De hecho la mayoría de la gente prefiere bajar de nuevo hasta Rio Gallegos y allí enganchar con la ruta 3, mucho más cómoda y aunque más larga se tarda lo mismo. Y como yo ya había bajado a Ushuaia por la 3, ahora me tocaba por la 40 y desde luego que merece la pena recorrerla. No solo por la naturaleza, la inmensa y enorme naturaleza que te rodea constantemente, sino también por los pueblos que atraviesas… están perdidos en ninguna parte, parece mentira que la gente pueda vivir allí…



He visto pueblos en los que se celebraba la fiesta de la esquila, o la doma… como me gustaría estar presente el día que se hacen estos concursos, debe estar genial. Parece ser que esa es una tradición de la provincia en la que acabo de entrar, la de Chubut.
Así que lo dicho, si queréis disfrutar de un paisaje precioso y sorprendente, y no tenéis problemas de almorranas ni os importa estar 28 horas metidos en un autobús que atraviesa caminos de piedras, esta es vuestra ruta. Yo encima os recomiendo poner en el MP3 a la Creedence Clearwater revival… entonces si que ya es la leche!



PD: Y si con un poco de suerte os toca a una taiwanesa de compañera de fatigas en el bus, como me ocurrió a mí, no solamente se puede practicar inglés, sino que además siempre se puede aprender algo de otras culturas, siempre.

Nº 10: EL FITZ ROY ME DEJO QUE LE VIERA, PERO EL CERRO TORRE NO QUISO…



Ahora estoy en la estación de autobuses de “El Chalten”, son las 21:00 horas del 20 de Enero. Estoy esperando el bus para Bariloche, en dos días colgaré la entrada pero como tengo tiempo, y estoy aquí sin hacer nada, prefiero escribirla tranquilamente tirado en el suelo de la estación viendo como en la calle llueve…
El Chaltén es la Capital de Argentina del treking, como oficialmente está catalogada. Llegué hace tres días desde El Calafate con la intención de disfrutar de unas de las montañas más famosas del mundo. Me imagino que “Fitz Roy” y “Cerro Torre” no os dirán nada, pero yo se que a mas de uno que conozco si le suenan…



El Fitz Roy es a Argentina lo que El naranjo de Bulnes a España, de hecho el color rojizo de su piedra hace que tengan un parecido más que razonable. Pero la mayor diferencia entre ellas es que el Fitz Roy es una montaña reconocida internacionalmente, sus condiciones climatológicas, su altura, dificultad de escalada y la historia montañera que tiene tras de sí, la hacen ser una de las montañas de mayor reconocimiento mundial. Y no digamos el “Cerro Torre”, situado al oeste del Fitz sigue siendo hoy en día un auténtico “problema” para los mejores escaladores del planeta que todavía llegan aquí con el sueño de escalarla… y muy, pero que muy pocos, lo consiguen.
Bueno, pues esta es la historia del Chaltén, una población pequeñísima donde la “única” atracción es practicar senderismo, montaña o escalada. Y todo se debe a que la historia del montañismo mundial puso a este pueblo en los mapas. Donde antes solo había 2 casas ahora hay cientos (aún así sigue siendo muy pequeño, pero de aquí a 10 años…) Y este crecimiento se debe a estas dos increíbles montañas, sus formas afiladas y su escalada de extrema complejidad hicieron que le famoso escalador italiano Cesare Maestri pudiera “derrotar” al Cerro torre escalando en “artificial”, esto es, clavando agarres en la roca mediante un “percusor”, (algo habitual en aquella época) que por desgracia dejó colgado a propósito en la mismísima pared de la montaña, cerca de la cumbre, en su cara sur… y allí quedará para el resto de los días como “firma” de su escalada. Lo que antaño supuso acaloradas discusiones entre los escaladores, hoy en día es una anécdota más.




Yo nada más llegar al Chaltén, le pregunte al guarda “¿Sigue el percusor de Maestri colgado?”, “Ché, y como lo iban a bajar?”… pues también es verdad.
Volviendo al pueblo, la verdad es que lo tienen muy bien montado, nada más llegar te hacen entrar en el centro de interpretación del Parque Nacional y te explican como debes ir vestido, que llevar a la montaña, que precauciones debes tener y además te dan un mapa de la zona, puede sonar un poco innecesario o absurdo, pero para nada, me parece una iniciativa muy interesante. Si quieres entrar en el pueblo te “obligan” a escuchar sus advertencias para ir a la montaña.
Total, que el primer día aunque el tiempo no era excelente, nada más llegar por la mañana dejé las cosas en el Hostel y me fui al campo base del Fitz Roy, y efectivamente como lo había imaginado (será por la cantidad de fotos que habré visto y libros que he leído de esta montaña) es una montaña imponente, altiva, desafiante, como si te retara constantemente a que la escales (desde luego conmigo no cuentes para eso Fitz Roy…)
Pero el tiempo fue a peor y las previsiones decían que hasta la semana que viene no iba haber buen tiempo en la zona. Es lo que tiene estar en medio del “campo de hielo patagónico sur” que las condiciones climatológicas son muy malas casi siempre, pero lo peor es que a veces son extremas, sobretodo en cuanto a los vientos se refiere, son fortísimos y nunca paran.
Total, que mas que bien pude ver el Fitz Roy desde su base, aunque el día no era ideal porque estaba casi siempre tapado por las nubes. Esperaba que al día siguiente mejorara ya que iba a conocer la zona del Cerro Torre… y naranjas de la china… al revés, nunca en mi vida vi semejante viento!!! Y no me quiero poner en plan Jesús Calleja como si esto fuera el fin del mundo, que casi nos morimos allí arriba… nada de eso, pero de verdad que era un viento increíble. Nada mas llegar a la laguna que está a los pies del “Cerro torre” me encuentro con una pareja de guiris caídos en el suelo y revolcándose cual croquetas… “pero que pasa aquí?” yo no entendía nada… hasta que llegué a la altura de ellos y la sacudida que me dio el viento fue tal, que mas que ayudarles, casi les empujo aún más todavía… como puede ser que en un lago de montaña, pequeño, a 2.500 mts de altura haya olas de metro y medio??? Pero si se podía hacer surf!!!



Parecía que estábamos en la guerra, todo el mundo dentro de los pequeños cortavientos que generalmente hay construidos en las montañas por los propios montañeros apilando piedras, como si éstos fueran trincheras. Sacábamos las cabezas para “disparar” una foto y rápidamente para adentro, el viento no te daba “tregua”…
Total, que no vi ni rastro del Cerro Torre…
Y finalmente hoy, el tercer día, he vuelto a ir a la laguna del torre y al mirador de Maestri a ver si abrían un poco las nubes, pero nada, solo he logrado ver parte de su famosa pared, pero no la cumbre, mala suerte… Por el contrario, hoy el Fitz Roy se dejaba ver de nuevo. Siempre altivo, por encima del pueblo, como si de un centinela se tratase.



La verdad es que he disfrutado mucho en el Hostel en el que me he alojado, aunque sólo fuera por un día, porque los otros días me tuve que ir a otro Hostel por que no había sitio. Aún así, yo volvía todas las tardes a charlar con un par de escaladores noruegos que conocí en el autobús. Tienen pensado escalar el Fitz, el año pasado se quedaron a la mitad cuando una tormenta los alcanzó.
Magnus escaló el Monte Mero en el Himalaya, una montaña dificil y Thomas ha escalado un montón de montañas, pero en altura le cuesta aclimatarse, no pudo hacer cumbre en el Island Peak hace algunos años. Cuando le dije que yo hice cumbre hace un par de años en el Island, me gane su amistad, la verdad es que han sido unos días agradables hablando con la gente de los albergues.
Por otro Lado, las caminatas que he hecho han estado genial, el tiempo solo era “malo” justo donde estaban las montañas, siempre había nubes rodeándolas, pero en los alrededores el sol estaba presente y excepto ahora que está lloviendo, el resto de días ha hecho buen tiempo.
Mira que me había dejado 3 días para tener margen y disfrutar de estas increíbles montañas… pero no el tiempo seguirá así hasta la semana que viene… como le he dicho al del Hostel; “solución… comprarme unas buenas postales como recuerdo, y volver alguna otra vez a ver si hay más suerte y el cerro Torre se deja fotografiar”.



PD1: Esta mañana según venía del monte, me cruzo con los noruegos y me despido de ellos. Les deseo muchísima suerte, no es una montaña fácil y por desgracia la tragedia está siempre al acecho… “Pero eso sí, si llegáis a cumbre, la foto de rigor y para abajo a toda leche, nada de bocatas de jamón, eso lo dejamos para Peñalara”. Que tengáis mucha suerte amigos.

PD2: Esto es lo que debería haber visto... una pena verdad?

lunes, 17 de enero de 2011

Nº 9: PERITO MORENO… IM-PRE-SIO-NAN-TE!!!!!!



Por fin pude salir de Ushuaia!!!
Y como no, “Murfi” apareció… si es que la ley de este tío no falla. Fue comprar el billete de avión y abrieron las fronteras. Aunque parece que han ido pasando poco a poco los autobuses, así que no se si estaría aquí hoy o en la Tierra del fuego por allí perdido… Lo bueno es que conseguí que me devolvieran la totalidad del billete del bus, menos mal.
Bueno, el tema es que por fin estoy en “El Calafate” y hoy he ido a ver el PERITO MORENO en vivo y en directo. Uno de mis objetivos en el viaje, y visita obligada para todos los que están por la Patagonia.



El día no empezó muy bien. Compré los billetes en la estación de autobuses y luego en el parque nacional iba a contratar por mi cuenta la navegación, pero el autobús se estropeó antes de llegar al “Parque nacional de los Glaciares” y tuvimos que esperar casi una hora a que llegara el nuevo bus… al final llegó, pero llegamos tarde a la embarcación, con lo que tendríamos que tomar otra embarcación posterior y el autobús volvía justo después de la navegación así que no nos daría tiempo a ver con tiempo el perito desde las pasarelas que hay justo enfrente (son como balcones construidos en la ladera de la montaña que hay en frente del glaciar en la península de Magallanes, es realmente una construcción muy bien hecha, respetuosa con el medio ambiente, y desde donde se ven unas vistas increíbles. Además tienes varias rutas para ver el glaciar desde diferentes ángulos).



Total, que negociamos con el autobusero para que nos llevara de vuelta al Calafate una hora y media más tarde de lo previsto para que nos diera tiempo a verlo tranquilamente.
Tengo que decir que NUNCA en mi vida vi nada igual, pero ni por asomo parecido, y mira que ya he ido a algunas montañas y he visto glaciares… pero comparado con el Perito todas parecen de “Palymobil”.
Es sencillamente majestuoso, enorme, precioso… impactante. Y menudo respeto da acercarse a él desde el barco… a cada rato estás oyendo caer los bloques de hielo, y que estruendo provocan!
La visita desde el barco merece la pena hacerla. Vas viendo los “pequeños” icebergs que se han desprendido de la primera barrera del glaciar y que viajan a la deriva, y aunque parecen pequeños no se mueven ni un centímetro cuando los golpea el agua o el barco. Por la superficie solo asoma un poquito, pero por debajo del agua se ve una sombra que te da una idea de su tamaño.




El glaciar visto desde abajo es gigante. Son casi 70 metros de alto (más alto que la torre, ésta referencia es para los del Y-253) y se ven claramente las grietas que tiene la pared y que son de un color azul fortísimo… es increíble! Ya sé donde rodaron la primera escena de Superman, cuando habla con su padre en una especie de cueva de hielo… pues aquí, estoy seguro!.
Mirar esas grietas debe ser como mirar directamente infierno pero en vez de color rojo, de color azul intenso...




Y qué decir del Perito visto desde las “pasarelas”… pues que no tiene final, se extiende hasta donde tus ojos no ven más “ashá”, son miles de bloques de hielo retorcidos y “apretujados” que de vez en cuando te hace saber que sigue vivo y que se mueve, sorprendiéndote con otro estruendo ensordecedor y un bloque de miles de kilos de hielo blanco, blanco, que se desprende y es entonces cuando te deja ver el hielo joven, sus entrañas, de un azul intenso que te hipnotiza…