lunes, 21 de febrero de 2011

Nº 27: EN LA PAZ, MENUDO DÍA DE EMOCIONES…



No sé cómo va a quedar esta entrada, todavía está muy reciente lo que me ha sucedido esta tarde y tengo todavía el corazón encogido y los ojos llorosos, pero bueno, ahí va:

Esta es la historia que comenzó hace 500 años, cuando los españoles llegaron aquí a evangelizar y a explotar a los indígenas, hasta que casi 400 años después se independizan de los conquistadores, pero Chile, Perú, Brasil y Paraguay les siguen haciendo la vida imposible y les roban parte de sus terrenos, y mira qué curioso, aquellos terrenos de más valor, en los que hay cobre, plata, mar o petróleo…



Pasan los años y esta pobre gente siguen olvidados de dios. Se convierten en el país más pobre de Sudamérica. Así hasta el siglo XXI, cuando aquellos indígenas y campesinos que pudieron echar de sus tierras a los españoles tienen que volver con las orejas gachas a trabajar a España, a trabajar de nuevo para el “conquistador”. Y entre otros trabajos se encargan de uno que debería encargarse el estado español, o por lo menos así lo veo yo. Me refiero al cuidado de nuestros mayores, esos que llevan trabajando toda la vida para una pensión infame y a los que al final de su vida se les cobra un dineral por una residencia decente, porque públicas hay cuatro contadas…
Y es ahí donde entra la labor de muchas de las mujeres sudamericanas que vienen a España a trabajar, y en especial las Bolivianas.
Siento pena, impotencia, y vergüenza de mi país, al ver que muchas mujeres que vinieron a trabajar decentemente y a realizar un trabajo nada grato pero importantísimo como es el de cuidar de nuestros mayores, a día de hoy muchas de ellas siguen sin tener papeles y son “ilegales” y perseguidas a la salida de los locutorios por la policía, como si de delincuentes se tratara, cuando lo único que hacen en aquellos sitios es llamar a sus hijos a los que hace 5 o 6 años que no ven…



Es lamentable que el estado mire a otro lado con lo que está sucediendo, siendo los mismos trabajadores sociales de las comunidades autónomas o las iglesias quienes realizan las “entrevistas de trabajo” para elegir una cuidadora en cuestión, sabiendo como saben que son personas sin papeles, y lo peor de todo, que seguirán sin ellos, y por lo tanto es ilegal... pero claro, los necesitamos...
Y esa es la historia de Ana, la chica que vino hace ya 5 años y medio desde Bolivia dejando tanto allí (toda su familia y sus dos hijos) para ganarse la vida cuidando de mis abuelos. Solo puedo darle palabras de agradecimiento por todo lo que hizo por mis abuelos hasta que ellos murieron. Les cuidó como si se tratara de sus propios padres, y mis abuelos la trataron como una hija más.
Pues la historia de la hablaba al principio de la entrada, a mi entender se cierra cuando como nieto de los abuelos que Ana cuidó y en representación de mi familia voy visitar a la familia que hace ya 5 años y medio que Ana no ve, para agradecerles lo bien que se portaron y lo que hicieron por mis abuelos. Este era uno de mis objetivos cuando programé el viaje, quería visitar a la familia de Ana y ver con mis propios ojos todo lo que ella me contó sobre su familia y su país, pero no sabía si iba a ser posible llevarlo acabó, no sabía si iba a tener tiempo o si los iba a encontrar.



Así que ayer desde Sucre pude hablar con la hermana mayor de Ana, Raquel y quedamos en que hoy hablábamos cuando llegara a la Paz. Después de una noche en el autobús con Stefan (el alemán con el que llevo viajando ya una semana) y Jonás (otro alemán super majete que conocí en Potosí) llegamos los tres a La Paz a las 7 de la mañana y a las 10 ya estábamos danzando por la ciudad.
Ya hacía unos cuantos días que le había comentado a Stefan y a Jonas mi intención de visitar la familia de Ana, y sabía que a ellos les haría ilusión acompañarme.
Llamé a Raquel de nuevo y quedamos a una hora cerca de donde estábamos, le pregunté acerca de mis dos amigos alemanes y me dijo que ningún problema que vinieran.
Nos pasamos por el mercado dominical más grande de La Paz, que quedaba cerca de donde habíamos quedado, y les compré a los dos hijos de Ana unas mochilas para el cole con reglas y pinturas.
La sorpresa llegó cuando por fin llegó el encuentro tan deseado… y me recibieron con una pancarta de “Bienvenido Juan” en medio de la calle… fue increíble!!! no me lo podía creer, allí estaba toda la familia, las hermanas y los hijos de Ana en medio del mercado con la pancarta recibiéndome con los brazos abiertos…
Como no, yo me puse en plan blandito y no era capaz de hablar, tenía un nudo en la garganta que pa qué. Lo mejor fue cuando Mari, otra de las hermanas de Ana dice: “Pobrecito, debe ser que le está afectando la altura”… Que bueno! … “Que va Mariela, es que no puedo hablar de la emoción, nunca pensé que me fuerais a recibir así ”…
Me estoy mal acostumbrando a estas emociones, pues en menos de 2 meses me han dado dos sorpresas que me han hecho sentir muy, pero que muy feliz.
Nos llevaron a su casa, nos presentaron al resto de la familia, la abuelita, el padre de Ana, Eli, (otra hermana que faltaba), Amelie (la hija de Mari)… nos han invitado a comer y a merendar, hemos charlado y jugado con los hijos de Ana… nos lo hemos pasado genial!!! Ha sido una tarde inolvidable!!!



Y para remate, me han regalado un poncho rojo que se suele regalar (según me ha comentado la hermana mayor de Ana, Raquel) a las personalidades importantes que visitan una ciudad, un pueblo o una familia… mira tú que personalidad soy yo… pero me ha encantado! Y no sólo eso, me llevo regalos que han hecho para mi madre, y hasta a Stefan y a Jonas les han dado un regalo… de verdad que ha sido un día muy, muy especial. Yo me he pasado todo el día con los ojos hinchados y medio emocionado… que se le va hacer, uno que es así de blandito…



Raquel, la hermana mayor de Ana, no dejaba de sacar fotos diciendo "es que si no, no me van a creer cuando cuente que han estado ustedes aquí"...
Me alegro muchísimo de tener la suerte de haberles conocido. Ellos no paraban de recordarme que les diera las gracias a mis padres y a mi tía (ya que ella ha conseguido traer a España de forma legal, a Lourdes, otra hermana de Ana) y yo no paraba de darle las gracias a ellos por tener una hija como Ana que cuidó tan bien de mis abuelos... Y como no, también les di mil veces las gracias por habernos invitado a comer y merendar y habernos abierto de par en par las puertas de su casa.
El momento más emocionante (y mira que la tarde fue emocionante...) llegó al final cuando la abuelita se dirigió hacia mi para agradecerme en el idioma aimara, ya que no sabe castellano, y entre lágrimas, lo bien que habíamos tratado a su nieta en España... nos abrazamos llorando como tontos...
Que día tan especial hemos pasado todos juntos… como puede ser que Sudamérica me esté tratando tan bien?



PD1: De la ciudad de la Paz, sus miradores, sus montañas nevadas al fondo, sus interminables mercados y su increible emplazamiento ya hablaré otro día, hoy preferido hablar de lo mejor que hay en esta ciudad…

PD2: Está claro que la historia no se cerrará hasta que Ana consiga sus papeles y pueda traer a España a sus hijos y a su marido.

1 beso muy fuerte a Ana y a su increible familia.

9 comentarios:

  1. Juancho, como siempre, te ha quedado una entrada increíble.

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  2. Ana ha Flipado con las fotos y tu texto. Mamà te lo comentará con más amplitud. Por lo demás el blog, buenísimo. Un abrazo. Pedro Mari, así me llama Lucas

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  3. Sir Juanchinorri... muy bonito este post...

    Un abrazo

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  4. Soy la madre de Tati me ha encantado la visita con la familia de Ana estoy emociona,te siguo en tu gran aventura,buenisima.Un beso. Gloria.

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  5. Jesús y Monica.
    Que tal? fenómeno,eres un maquina,me acabo de pegar una panzada a leer tu blog,el jodió engancha, lo dejas durante un tiempo ,pero es como la coca que mastican, crea adicción.
    Que pasada Atacama por no decir la visita a la mina, es espectacular..

    PD: ten cuidado con la coca, no te
    vicies, que aquí es muy cara jejeje.
    Un beso y un abrazo.
    Te has convertido en un autentico fotógrafo.

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  6. - Estefiiii. Como me gusta que me digas eso!
    - Papa me alegro que le haya gustado la entrada a Ana. Dale un beso de mi parte.
    - Alvaritussssss. Entrena que voy fuerte para el triatlon...
    - Hola Gloria. Que ilusion que sigas el blog! Les hable de vosotros a la familia de Ana. 1 beso.
    - Jesus... me alegro que el blog enganche. Para eso me regalasteis el netbook, no? Hay que sacarle partido. 1 abrazo.

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  7. IMPRESIONANTE!!! Todavía nos estamos secando las lagrimitas de lo emocionadas que nos has dejado. Qué bonito!!! Sólo a tí se te ocurre hacer algo así. Eres un encanto. Te seguimos queriendo mucho aunque te hayas dado al alcohol de 96º y a las drogas duras.
    Besazos
    Ana, Rosa y Héctor (aunque no mueve el culo de la silla para venir a leerte) MUACSSSS

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  8. Hola Juancho! Buenísima la entrada, todavía tengo los pelillos de punta! La historia de Ana y su familia es como para hacer una película! Un beso y sigue tan "blando" como siempre, me encanta. Un beso desde la fria Alemania para ti y tu familia!
    P.S.: Gloria!!! Que bien el verte por aqui!!! Un beso y un brazo muy fuerte!!!
    Gema

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  9. - Rosaaaaa!!!! Que tal por Riegoturf? Muchas gracias por las cosas que me dices, ya sabes que yo siento lo mismo y es recíproco.
    1 beso muy fuerte!!!!
    - Gema, muchas gracias, la verdad es que la historia de Ana es la de muchas mujeres Bolivianas, y es realmente increible.
    1 besazo.

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